En búsqueda de la felicidad

Hay historias que no solo se cuentan: se sienten. La de Chris Gardner es una de ellas. Su vida, marcada por la adversidad y la resiliencia, nos recuerda que incluso en los momentos más oscuros existe una puerta hacia la reinvención.

Gardner lo perdió todo en 1981. Bancarrota, separación, noches en albergues con su hijo… y aun así, nunca dejó de caminar. Nunca dejó de creer. Su disciplina y su ingenio lo llevaron a abrirse paso en un mundo que parecía cerrado para él. Su respuesta en aquella entrevista —“Que debió tener unos fabulosos pantalones”— es más que una frase ingeniosa: es una declaración de actitud.

Años después, fundó su propia firma y transformó su vida. Hoy inspira a miles como “el CEO de la felicidad”.

Su historia me toca profundamente. Me recuerda que cada paso, incluso los más difíciles, construyen el camino hacia lo que queremos ser. En mi profesión —seguros, inversiones y consultoría— he aprendido que la verdadera meta no es solo económica: es humana. Es la felicidad de quienes confían en nosotros y la nuestra propia.

Jamás imaginé liderar mi propia marca, luchar tanto por ella y encontrar en este camino tantas razones para seguir creciendo. Como dice Eros Ramazzotti, “en esta vida nadie te da nada de más”. Todo se conquista.

Hoy creo más que nunca en mi trabajo, en mi propósito y en el impacto que puedo generar.

Sigo avanzando.
Sigo creciendo.
Sigo en sintiendo la felicidad..

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